Las Peladillas del Tour.

 El que se guarda un elogio

se queda con algo ajeno

(Picasso)

 



Crónica de la 2ª Etapa del Tour de Puente Tocinos.

Para liberar la tensión de la semana y el estres del día a día que mejor que un repaso del Tour para dejar el cuerpo relajado. LLegas a casa más suave que un guante; cuando te enfrías y comes, pueden hacer contigo lo que quieran, te dejas hacer. Eres como un peluche.

Tal vez alguno sufra esta noche pesadillas, un sueño angustioso, cuando estás en la fase REM, una opresión en el pecho que dificulta la respiración. Una sensación de miedo recorrerá todo tu cuerpo. En el Siglo XVIII consideraban que esos sueños eran obra de mostruos que se sentaban sobre el pecho del durmiente y te poseían.

Si sueñas que te persiguen, que caes por un precipicio ó que no te puedes mover no te preocupes. Todos transmiten un mensaje que debes asimilar: Hay un problema que resolver. Y es este: Aprender a comer las peladillas del Tour, esas que continuamente reparten los "mostruos" que allí aparecen.

Hoy han sido dos los que merecen mi homenaje. Antonio Carmona, no el cantante sino el Indurain y Jesus Gómez, el carnicero. Se han fugado pasada la Gineta y han estado escapados durante unos largos 35 km, rodando siempre por encima de 40 km/h y luchando como jabatos contra viento y contra todo un ejercito multicolor. Mi enhorabuena a los dos por esta demostración de garra y poderío que habéis hecho.

Como siempre nos hemos juntado un buen grupo . Algunas ausencias por carrera, pero calidad y cantidad no ha faltado. La Gineta se sube a ritmo de rap. A casi todos nos toca sufrir, sólo algunos aciertan a bailar. Los wavesport suceden los zarpazos, contrarestados casi siempre por Guillamón y los Viceas. Peladillas de colores, blancas y negras, naranjas, verdes. Se forma la escapada, Calma chica que presagia tempestad. Dicho y Hecho. Un ligero impas y otra vez golosinas, llegan las peladillas.

Ojo con el azúcar. Desde que giramos en la rotonde de la circunvalación hasta el final nos llega el atracón. LLuvia de peladillas, más grandes, más chicas, unas dulces y otras amargas. Las hay que incluso se atragantan. Mucha cuneta, ¡¡Joder, aquí todos quieren repartir!!. 

Hinchados, como éstabamos, por el gallo asistimos a la captura de nuestros dos heroes del día, Indurain y el Gomez. Nos apresuramos a Venta-collares y allí nos sirven los postres del día.

Ya estábamos todos bastante hinchados, mas de piernas que de estómago, que ha sido un visto y no visto. Arrancada desde el principio de la colorada de Guillamón solo secundada por JaviPastor. Nadie ofrece resistencia. Se marchan solos y solos acaban, como toda pareja bien avenida. Por detrás sólo Jesús Vicea logra sobreponerse y saltar en su persecución. Buen intento, pero demasiado tarde. 

El resto, en fila india caminan hacia arriba en busca de su gloria ó de un buen almax que alivie nuestra pena (mi caso). Yo que ando algo mayor y corto de vista no puedo divisar las posiciones secundarias, así que demos execuo y repartimos el lomo para todos.

Por último, y como primicia informativa, hoy he visto al terror de la pájara enrolado en el Tour. Ha sido un espejismo tan fugaz como la estrella, porque al llegar al final, allí estaba el tío sin despeinar. Alguien me ha comentado que por Abanilla ha recortado. Juan me has engañado, el Suintor no se ha quedado.

Un saludo y hasta la próxima.