Quien mucho espera, se decepciona.
Quien nada espera, se sorprende.
Hoy doy por justificado este blog.
Un amigo ciclista me ha comentado que le resulta interesante lo que aqui vengo comentando y que además a esos compañeros que ahora se inician con este deporte, les puede ayudar bastante. Sinceramente tengo que reconocer que me ha agradado mucho su comentario.
Y una segunda sorpresa me acabo de llevar al ver que ya tengo un nuevo seguidor. Gracias Javier por tu estimable compañía. Haber si te animas y contribuyes en algo.
Ahora vamos al tema.
Siempre con su bici. El ciclista sube, baja, desciende, pedalea, llanea, esprinta, frena,…Siempre con ella. Su bici. Algunas valen más que nuestro propio coche. Pasamos toda la mañana soldados (algunos sólo subidos) a la bicicleta y, junto a ella, formamos una unidad de peso que es uno de las variables más determinantes de ese deporte.
Así que además de las capacidades físicas que necestia para mover el plato, precisa de una técnica y destrezas que, dependiendo del ciclismo practicado, pueden ser tan determinantes como las físicas. Y esa técnica se adquiere también, como todo, siguiendo un proceso de aprendizaje.
Otro aspecto importante es la rapidez en la toma de decisiones y en la ejecución de determinados automatismos que montar en bici nos exije. Recordad que a veces bajamos a velocidades muy altas, incluso temerosas, y se presentan curvas, baches, piedras, y demás agujeros negros que hay que salvar y de las que más vale salir airoso por el bien nuestro y la bici (caídas, lesiones, accidentes, cuadros rotos, clavículas, y demás gaitas)
El ciclismo siempre se practica al aire libre. Sufrimos el calor, el viento en todas sus versiones (de costado, de cara, de espalda, racheado), la lluvia, la nieve, el frío, el polvo, y todo ello a velocidades variables y muchas veces con la ropa sudada y/o mojada. Toda esta exposición acentúa bastante las posibilidades de sufrir una lesión, enfermedad ó accidente. Y además con lo flacuchos que están algunos. Aqui es cuando una adecuada vestimenta se hace más que necesaria y justifica la inversión.
El factor peso cobra en este deporte un especial significado. Pero hay que sumar el peso del ciclista y el de la bici. Ese conjunto es el que tenemos que subir a la cima de cada subida que afrontamos. Cuanto más en forma está el ciclista, más pena da al común de los mortales porque más flacucho está. Todos conocemos a más de uno obsesionado de tal forma en el peso que hasta evita comer lentejas por el hierro que tienen.
Seguro que hay muchas más. Si te atreves añade en comentarios algunas más.
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